Obra que constituye
un retellings o “volver a contar”, una adaptación original del clásico cuento La
Bella y la Bestia. En estos nuevos cuentos encontramos reinterpretaciones distintas según la pluma
de cada autor. Libro escrito a seis manos, un cuento cada autor. Los españoles
Laura Gallego y Javier Ruescas junto al mexicano Benito Taibo, emprenden en el
desafío de dar vida a estas páginas.
Tres cuentos bien disímiles
entre sí, que exploran una mirada distinta al original y, al mismo tiempo,
podemos apreciar un intento de cautivar la presencia del sentido, pero con la impronta que cada autor
contemporáneo le imprime.
EL ZORRO Y LA
BESTIA es el cuento que abre el libro, en él Laura Gallego nos presenta a Ren,
un zorro ancestral que visita el castillo de Bestia, un humano convertido en
este ser despreciable bajo un hechizo de bruja, que sólo el beso real de un
verdadero amor podría terminarlo y volverlo a su esencia humana. En el relato
veremos cómo Ren es el precursor del cambio en Bestia, acompañando el proceso
de transformación personal interna, y del exterior de su castillo.
ANABELA Y LA BESTIA
es el cuento que presenta Benito Taibo, en él explora una nueva visión del
relato, nos invita a pensar en la bestia como un convoy que traslada a
personas, de forma ilegal, en busca del sueño americano. Es una vuelta de
tuerca a la historia original pero que impregna un gran componente social como
lo es la problemática de los inmigrantes, su destrato y las privaciones por las
que debe pasar. Un cuento con crítica social, bien escrito con una historia
dura, que conmueve y moviliza. Quizás es un cuento que podría incluirse en
cualquier antología literaria, independientemente de la temática de reinventar
un clásico.
AL CRUZAR EL JARDÍN
es el tercer relato que se nos presenta y da fin al libro. En este caso, Javier
Ruescas no presenta una visión futurista del clásico. Una historia escrita en
segunda persona, que apela al lector. En ella nos presenta a Alainn una bestia
recluida en su castillo por años, alejado del mundo exterior y que recibe, en
varias oportunidades, en su jardín a una joven muchacha hasta que un día decide
disponer de trampas para capturarla y retenerla, según mandatos antiguos de su
padre. Alainn irá conociendo poco a poco características de Fiara que le enseñará
que los monstruos del exterior no son reales, a buscar una vida fuera de los
muros; tal como ella lo ha hecho. Comprenderán que tiene más en común de lo que
imaginan. Es la conexión que se da entre ellos lo que permite la fluidez del relato,
en el que afloran miedos, mentiras, distorsiones, y también pasiones.
Nos encontramos con
un libro bien pensado en el sentido estético, con portada propia que caracteriza
el contenido, una edición cuidada con ilustraciones de Mar Blanco, artista que
acompaña muy bien la obra con sus dibujos característicos de escenas
importantes del relato.
Tres cuentos que
hacen, de un clásico tan conocido, tres versiones distintas entre sí, que
exploran tiempos disímiles y realidades distintas al que versionan. Se valora
el concepto pero encuentro que los cuentos están por demás forzados para
incluirse en esta obra. No logran capturar en sí la esencia de la Bella y la
Bestia.
VALORACIÓN: 8/10 PUNTOS.