lunes, 24 de mayo de 2021

Reseña: PLATERO Y YO. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

 

PLATERO Y YO

Clásico que relata las aventuras y andanzas de Juan Ramón Jiménez junto a su burrito Platero. Obra publicada, inicialmente en 1914 y que luego fueron agregándosele otros capítulos más en sus años siguientes. El relato consta de 138 capítulos; la versión completa, y le dio a su autor español el renombre y el reconocimiento de excelencia. Ganó el premio Nobel de Literatura gracias al compendio de su obra y el impacto profundo y poético logrado con PLATERO Y YO.



Si todos reconocemos, por más de no haber leído o explorado el libro, cuando nos dicen o vemos estas líneas,  y seguramente nos remitamos a la obra de Juan Ramón Jiménez. Tiene un comienzo entrañable, recordable y visual: “Platero es pequeño, peludo y suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos  son duros cual dos escarabajos de cristal negro”.

A lo largo de sus capítulos, que son independientes y autoconclusivos, descubriremos el vínculo amoroso, filial y de amistad que Jiménez establece con su burrito, conoceremos su confidencialidad puesto que este burrito es su amigo y confidente. En varios pasajes se estima la presencia del animal, se valora su cuidado, lo antepone a sus necesidades y lo encuentra como una conexión a la tierra, a la naturaleza y a la alegría de vivir. El burrito es más que un asno. El autor reflexiona sobre el uso de este término en torno despectivo hacia los hombres de mala vida, pues asno debería significar la pureza, lo alegre y bueno; tal lo que representa Platero para él. La obra es , en cierta medida, una crítica sobre la sociedad, sobre el cuidado de la naturaleza (la que atraviesa todos los capítulos), su mal uso y abuso, poniendo especial atención a las injusticias y sufrimientos de los animales que nos presentan y que servían de contraste a la vida que llevaba el pequeño burrito , peludo y suave. Aborda temáticas como la muerte, la soledad, la tristeza, y la amistad. Su añoranza y recuerdos sobre su tierra, su amor y sentido de pertenencia hacia Moguer, se hace sentir a lo largo de todo el relato.

Las descripciones son muy buenas, el tinte poético de la prosa del autor se puede apreciar en cada línea. Algo para repreguntar es ¿Hasta qué límite la poesía, la palabra decorada, suma o aporta esencia en el relato, y cuándo su abuso, o usos desmedido, atenta contra el mismo? A mi parecer, o gusto, abundaban las descripciones poéticas y repetitivas que nada sumaban al relato, me parecían condimentos innecesarios y que ralentizaban la historia.

Un libro que según su autor puede ser leído por cualquier clase de lector, independientemente de su edad, y que además en su introducción establece una “Advertencia a los hombres que lean este libro para niños” aludiendo a la infancia como la edad de oro. Quizás el libro refleja su experiencia, en notas de recuerdos y añoranzas, y la presencia tierna del burrito podría ser un aliciente para su lectura, pero la prosa, su estilo poético lírico ahuyentaría a cualquier lector no preparado o bien se perdería la esencia y magia que el poeta quería transmitir. Un libro para permitirse explorar.

VALORACIÓN: 6/10 PUNTOS.

 

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